LA HISTORIA PROTAGONIZA LOS ACTOS DEL SEGUNDO CICLO DE CHARLAS POR EL VII CENTENARIO
La historia medieval y moderna ha protagonizan los actos culturales del Matarraña.

Ha comenzado el segundo ciclo de conferencias organizadas por la asociación Repavalde con motivo del VII Centenario de la Adscripción al Feudo del Obispado de Zaragoza de Beceite, Fuentespalda, Mazaleón, Torre del Compte y Valderrobres.
Con esta iniciativa Repavalde pretende difundir la historia de la zona así como fomentar el conocimiento de las raíces aragonesas del Mataraña. El historiador bajoaragonés Pedro Rújula visitó el domingo Beceite para hablar del liberalismo.
Según Rújula, las guerras fueron una forma de aprender. Los ciudadanos tomaron partido político. Tuvieron que enterarse a la fuerza de por qué se jugaban la vida. Fue un curso acelerado de política. También el regeneracionismo tuvo especial importancia en la Comarca del Matarraña, donde se reflexionó sobre si lo acontecido en el siglo XIX había servido para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
El siglo XIX fue un despertar de la Edad Media que asentó las bases de la sociedad civil actual. Así lo explicó el sábado, el historiador Eliseo Serrano, que visitó la capital del Matarraña para explicar los detalles de la vida, el trabajo y la política en la Edad Moderna. Serrano explicó cómo las poblaciones matarrañenses estaban divididas en los señoríos de la Orden Calatrava, el Arzobispado de Zaragoza y el Cabildo de la Catedral de Tortosa. Una época llena de luchas fronterizas, sitios por franceses y alemanes, y guerras. Los vasallos se veían obligados a pagar cuantiosas sumas a los señores, que eran propietarios de medios de producción como los molinos, y también de masías, fincas, y hornos.
El historiador, que elaboró su tesis doctoral sobre esta zona. En su ponencia, ofreció datos sobre la población de los municipios de esta comarca, desde 1495 hasta 1787; así como pagos que los vasallos estaban obligados a aportar. Se trataba de aportaciones en especies, como trigo, avena, frutos, pollos, lechones, gallinas e incluso tazas de agua.

(Eva Defior Grávalos, Periódico La Comarca, 6-VI-07)